(principios del decrecimiento y compromisos de acción popular)
La realidad con el tiempo oprime más. Como un corsé apretado en el fláccido cuerpo social nos va dejando sin respiración, sin suspiros, sin anhelos, sin esperanzas ni alternativas. Las únicas decisiones que somos capases de tomar se agotan en el fofo ejercicio ficticio de escoger entre un puñado de marcas, canales, candidatos y objetos preseleccionados de antemano, moldeados por la publicidad para provocarnos un exiguo reflejo de atracción efímera. No hace falta recordar aquí el gran trampantojo que representan las elecciones, la línea inexistente que demarca la derecha de la izquierda mexicana, el ato de supuestos servidores públicos que saquean y desangran el país montados de su situación de privilegios y beneficios ominosos que confieren sus puestos públicos. No hace falta recordar aquí el velado sentimiento de impotencia que nos estruja el alma y nos mantiene en silencio con el grito al borde de los labios, no hace falta recordar la infelicidad estacionalmente perpetua que nos invade la existencia, ni el hartazgo generalizado, ni la rabia, ni la desazón diaria.
Pero algo hay que hacer, algo hay que pensar, idear, si algo nos caracteriza a los seres humanos, además de su violencia hacia lo otro diferente y su capacidad destructiva, es la inventiva, la creaciones de alternativas y respuesta a los problemas en apariencia irresolubles que se yerguen a nuestro paso, pues bien en esta entrega quisiéramos recopilar algunas principios y compromisos que han expresado teóricos del decrecimiento, así como organizaciones sociales y personas comunes, en el intento de recobrar nuestras vidas y la del planeta, estas ideas pretenden descolonizar el imaginario invadido por las fuerzas del poder y sembrarlo con nuevos paradigmas de convivencia y percepción. Hacia el otro, hacia la tierra y hacia nosotros mismos.
6 Pilares del decrecimiento
1. El primer pilar es la sobriedad y la simplicidad voluntaria, expresión que define la actitud de las personas que desean vivir con menos, consumir de forma responsable y examinar sus vidas para así determinar lo que es importante de los que no lo es, Sócrates acudía al mercado para cerciorarse del sin fin de bienes de los que no tenía necesidad, y para Gandhi el alma de la civilización no está determinada por el designio de poseer , de acumular más, si no por el de reducir y limitar sus necesidades.
2. Un segundo pilar es el de la defensa del ocio creativo frente al trabajo obsesivo con ella la defensa del reparto de trabajo, una vieja demanda olvidada que puede resumirse, en trabajar menos para trabajar todos.
3. El tercer pilar es el triunfo de la vida social frente a la lógica de la propiedad y el consumo ilimitado.
4. Un cuarto pilar consiste en insistir en las virtudes de lo pequeño, convivencia en grupos pequeños, reducir el tamaño de la ciudades, que no debe de sobrepasar el numero de 100,000 habitantes, evitar por todos los medios, ciudades dormitorio, en donde las personas tienen que recurrir a grandes desplazamientos, diario para acudir a trabajar.
5. Una preponderancia de lo local sobre lo global, aquí toca hablar sobre la reducción de las distancias en los transportes de las personas, y de las mercancías, actividades comerciales, lo cual ahorra energía y evita la contaminación.
6. En la redistribución de los recursos en provecho de los desfavorecidos y el establecimiento de un ingreso máximo autorizado.